¿Necesitas anotar algo y no encuentras un lápiz?
Nos ha pasado a todos. Y es que biromes, marcadores y lápices siempre terminan en cualquier lugar.
Una solución para mantener el orden es convertir un tubo de papel higiénico en un lapicero. Envolverlo con papel de colores, o de diario para darle un toque coloridor o corta el tubo a la mitad para guardar los que sean más pequeños.